Fichas Salitreras
Esta página representa la actividad de 44 años como coleccionista de este apasionante mundo de las fichas salitreras de los diversos cantones del norte de Chile.
En total son 253 oficinas que expongo con una descripción general, que abarca sector geográfico, valor, material, color, forma, tamaño, emisión, observaciones de los lados A y B, grado de rareza, borde y un nÚmero de código.
Sobre el autor
Nací en 1946. Como todo niño nortino las fichas fueron parte de mis juegos infantiles, cuando le asignábamos el rol de monedas de compra en el juego del almacén o despacho.
Mas tarde, ya en humanidades, empiezo a coleccionar monedas chilenas y estampillas de Chile. Las monedas las manejaba en un tarrito de té y junto a unas pocas fichas que conservaba.
En 1965, aprobado el bachillerato, soy aceptado en la Universidad de Concepción, con beca incluida, para estudiar Medicina.
Llegar a Concepción fue un cambio muy radical en mi vida: sin familia, geografía tan distinta, clima muy diferente, lluvia y frío, programas de estudios severos, panorama que afortunadamente fue amortiguado por el contacto y compañía de unos pocos iquiqueños que antes que yo, estaban en Concepción y que se transformaron en mis amigos para toda la vida.
En esas circunstancias viene una nostalgia enorme que hace valorar las cosas que te formaron de niño y joven.
Cuando regreso en Julio de ese año a Iquique para vacaciones de invierno, lo que traigo fijo en mi mente es ese tarrito de té con mis monedas y fichas. Y fueron éstas las escogidas, porque sentía que me representaban más.
Regresé a Concepción con esas 24 fichas, iniciando mi colección.
Mi padre, enterado de este nuevo hobby y apoyador como siempre lo fue, también se comprometió con las fichas y recurría a sus antiguos compañeros de trabajo de la Compañía Salitrera de Tarapacá y Antofagasta, e inició una tremenda recolección de piezas.
Por mi parte, de vacaciones recorría el Terminal agropecuario, en sus secciones de antigüedades y siempre encontraba nuevas piezas.
Así la colección fue en aumento y por años siguió creciendo, y hoy creo que es una de las mas completas del país.
La numismática de fichas salitreras es riquísima y muy variada, sólo para nombrar algunas variantes diré que hay de materiales diversos como metales: níquel, cobre, bronce, aluminio, plomo de dos metales; de caucho-ebonita con diferentes colores: rojo, anaranjado, ocre, verde, azul, negro, café y combinación de éstos, etc. con formas diferentes: Redondas, cuadradas, rectangulares, ovaladas, triangulares con bordes lisos y ribeteadas. Otro material que se usó fue el cartón, el papel y el género.
Se comenta también que hubo fichas de cuero y hasta madera.
Algunas con una cara y sello igual o diferente, con leyendas breves indicando la Oficina y el valor de la ficha y otras con verdaderos mensajes para el lector que las tuviera a mano. (Ej: Señor pulpero siendo el portador de esta ficha trabajador de la oficina, sírvase entregarle mercaderías por el valor de cincuenta centavos/ Oficina Salitrera Aconcagua / 1905).
Los valores de las fichas varía desde el tiempo de la administración peruana, que se expresan en reales o soles y luego en pesos y sus valores divisionarios (1 centavo -5-10-20-30-40-50 -$1, etc). Otras fichas señalan otros valores como 1 carretada de caliche, que se le entregaba al portador que recibía una de estas señas cuando entregaba una carga de caliche en la administración.
También para las pulperías de las oficinas se manejaban otras especies reguladas con fichas como la parafina, carbón, carne, pan y el agua, incluso la dinamita. En fin, señas había muchas y cada una de ellas constituye una fuente de interés para buscarlas y coleccionarlas.
Tuve la suerte de conocer a don Luis Ross Prado en Santiago, creo que en 1979. Fue oficial de Carabineros en nuestro norte y recorrió varias oficinas salitreras en los años 50 . Allí se interesó por esas fichas ya sin valor que poseían los habitantes de casas oficinas como recuerdo y que aún funcionaban; empieza a coleccionarlas y a clasificarlas. Su colección era magnífica y me deslumbró cuando la conocí, quedando como un parámetro para lo que yo podía aspirar.
Confeccionó mapas que aún se usan en textos sobre el tema.
Posteriormente, Ismael Espinoza edita un texto muy completo sobre las fichas salitreras y que sirve de guía para las coleccionistas.
El Sociólogo Don Marcelo Segall escribió sobre “La Ficha Salario”, con toda la información de sus usos y abusos que significaron en más o menos 80 años de explotación salitrera ligados al “Token” ingles.
Recordemos que uno de los temas principales enarbolados por los trabajadores en 1907 en su gran huelga, fue la abolición de la ficha salario y su reemplazo por la moneda corriente chilena.
Esa huelga termina en la matanza de la Plaza Montt y la Escuela Santa María el 21 de Diciembre de 1907.
La ficha salitrera está rodeada de aspectos de explotación excesiva sobre los trabajadores por parte de sus empleadores, extranjeros y nacionales.
Su término oficial ocurre en 1924 pero se le siguió usando hasta varios años mas tarde.
Recordemos que también se usaron fichas en otras actividades económicas, como la minería no salitrera (cobre, borax, carbón, en haciendas, clubes, ferrocarriles, etc. El “Token” fue muy difundido en nuestro territorio.
Sin embargo, las fichas salitreras son las estrellas de este ramo de la numismática chilena por su gran riqueza y diversidad.